Las 4R's
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En la agricultura, el manejo y mal uso de los fertilizantes es muy importante por la baja eficiencia en el aprovechamiento de los cultivos, la contaminación de los recursos hídricos y el aporte a los gases de efecto invernadero.
El abordaje de estos problemas demanda un uso responsable de los fertilizantes, que requiere de la aplicación de buenas prácticas para lograr la sostenibilidad de los sistemas de producción. Este enfoque tiene tres objetivos o dimensiones, el económico, social y ambiental, por lo que las prácticas de manejo en la agricultura deben contribuir al mejoramiento de todas estas dimensiones para poder hablar de sistemas productivos sostenibles.[1]
Las consideraciones anteriores plantean la necesidad de hacer un manejo responsable de los fertilizantes inorgánicos y orgánicos, con la finalidad de aumentar su eficiencia. Lo que es posible al tener un conocimiento de las características del suelo, a través de los diferentes tipos de análisis, que nos proporcionan la información para la aplicación de los cuatro principios básicos denominados las “4R´s”. Estos principios han sido propuestos por el IPNI y son: el uso de la fuente correcta, la dosis correcta, tiempo correcto y lugar correcto (en inglés right source, right rate, right time and right place). Con lo anterior se permite asegurar la sustentabilidad de todo el ecosistema que rodea la producción.[2]
¿Qué son las 4R's?
En la mayoría de casos, los agricultores realizan la fertilización de los cultivos a ciegas sin saber cómo se encuentra el suelo, con abonos que no son adecuados o que se pierden porque la planta no lo aprovecha al no ponerlo en el momento que más lo necesita o se lava con la lluvia por tirarlo sobre el suelo, especialmente en las laderas donde más se siembran granos básicos y se cultiva café.
La solución es hacer un manejo responsable de los fertilizantes, tanto orgánicos como inorgánicos. Para ello, debemos de aplicar la práctica de las 4R's, que consiste en la aplicación de 4 recomendaciones que tienen el objetivo de aumentar la eficiencia de los nutrientes, a través de un mejor uso y manejo de los fertilizantes.
La aplicación de las 4R's tiene su base en los resultados de los análisis químicos del suelo. De acuerdo con el diagnóstico, se selecciona el fertilizante más adecuado, se usan las dosis correctas, se realiza cuando más lo necesita la planta y se coloca en el lugar correcto.
El manejo responsable de los nutrientes implica por lo tanto “aplicar la fuente de nutrientes correcta, a una dosis correcta, en el momento y el lugar correctos”.[3] Es una herramienta esencial para mejorar el uso eficiente de nutrientes, lo que reduce los costos de los fertilizantes.
Descripción de la práctica
Un buen programa de nutrición debe de considerar la aplicación de las 4R´s, ya que detrás de cada una de las recomendaciones existen principios científicos que ayudan a tomar decisiones para hacer un mejor uso y manejo de los fertilizantes. Los principios guían el desarrollo de las prácticas que determinan la aplicación de las 4Rs.[4]
Con los análisis de suelo, se elaboran los planes de fertilización, se selecciona el abono más adecuado, la dosis a utilizar, se planifican los momentos en que más los necesita la planta y lugares correctos de aplicación. Para lograr su máxima eficiencia, las 4 recomendaciones se deben de aplicar de forma integrada.
Importancia y beneficio de las 4R's
Es una preocupación en la agricultura el mal uso y manejo de los fertilizantes por la baja eficiencia en el aprovechamiento de los cultivos, la contaminación de los recursos hídricos y los gases de efecto invernadero que van a la atmósfera producto del mal manejo de los fertilizantes.
Con la aplicación de las 4R's se tiene un gran impacto en la gestión de estos problemas, sus beneficios son los siguientes:[5]
- La aplicación de estos principios mejora la eficiencia y aprovechamiento de los fertilizantes, lo que reduce las pérdidas por evaporación y lixiviación, especialmente del nitrógeno que contamina los mantos acuíferos.
- El uso de fuentes de fertilizantes de liberación lenta reduce las pérdidas de nitrógeno por evaporación y los gases de efecto invernadero.
- Mayor desarrollo del sistema radicular, en el que se aprovecha mejor el agua y los nutrientes.
- Las plantas resisten más la sequía y las enfermedades.
- Se desarrollan cultivos más vigorosos, con esto se obtienen mejores cosechas y más ingresos.
- Se producen cosechas de mejor calidad.
Formas en las que se implementan las 4R's
La implementación de esta práctica se hace a través de la aplicación de los principios que cada una de las 4 recomendaciones ofrecen:
Usar el tipo de abono más apropiado
Esta recomendación se aplica al usar el tipo de abono correcto de acuerdo con el análisis del suelo; conociendo cómo se encuentra el suelo podemos seleccionar los abonos más adecuados.
Cuando existen deficiencias de fósforo, se usan fórmulas altas de este elemento para aportar las necesidades de este nutriente y mejorar los rendimientos. Una fórmula que nos proporciona buenos resultados para la cosecha es la 18-46-0. Es muy importante también tomar en cuenta la deficiencia y/o necesidad de potasio.
Usar la cantidad o dosis correcta
Consiste en usar la cantidad de abono adecuada en relación con el análisis del suelo y lo que el cultivo necesita o demanda para producir la cosecha. El suelo tiene nutrientes que se deben aprovechar.
Abonar en el momento cuando más lo necesita la planta
Consiste en hacer la abonada en el momento en el que las plantas demandan más los nutrientes para su desarrollo, esto tiene como base los estudios de absorción de nutrientes por los cultivos.
Para el maíz, por ejemplo, los momentos para la fertilización son a la siembra, aplicando el 100% del fósforo, el 30% del nitrógeno, y el 40% del potasio. La segunda fertilización se realiza en el desarrollo de la sexta hoja, aplicándose un 40% del nitrógeno, y el resto del potasio 60%. Por último, se realiza una tercera fertilización en el desarrollo de la décima hoja. aplicándose el 30% del nitrógeno restante.
Para el cultivo de frijol, el momento de la primera fertilización se realiza a la siembra, aplicando todo el fósforo, 40% nitrógeno, y todo el potasio. La segunda fertilización se realiza al aparecer la tercera hoja trifoliada, que es entre los 18 a 22 días, colocando el resto del nitrógeno.
Colocar el abono en el lugar correcto
Consiste en abonar o colocar el abono de forma correcta para que no se pierda, y para que la planta lo aproveche rápidamente. Para esto, es necesario apartar el rastrojo para luego colocar el abono y posteriormente taparlo. Para que la planta aproveche el abono adecuadamente, en la primera abonada deben de quedar alrededor de unos 5 centímetros del tronco de la mata. En la medida en que crezcan las plantas, también crecen las raíces. El abono para la segunda abonada se coloca a unos 10-15 centímetros de la planta.
Referencias bibliográficas
- ↑ http://mca.ipni.net/topic/4r-nutrient-stewardship
- ↑ INTAGRI. 2017. Las 4R’s para el Manejo Responsable de la Fertilización. Serie Nutrición Vegetal Núm. 101. México: Artículos Técnicos de INTAGRI. 4 p. https://www.intagri.com/articulos/nutricion-vegetal/las-4rs-para-el-manejo-responsable-de-la-fertilizacion
- ↑ IPNI. 2014. Dinámica de la acidez. Conferencia Armando Tasistro. 86 láminas Power Point.
- ↑ http://lacs.ipni.net/ipniweb/region/lacs.nsf/0/C03E96B59B78351A03257D0D00650A28/$FILE/FG-Videos%204Rs%20-%20Nidera%20Marzo%202014.pdf
- ↑ CRS. 2024. Experiencias y aprendizajes en el desarrollo de las prácticas ASA en cultivos de granos básicos en El Salvador. San Salvador, El Salvador.
| Authors | Cristóbal Escobar |
|---|---|
| License | CC-BY-SA-4.0 |
| Cite as | Cristóbal Escobar (2025). "ASApedia/Análisis del suelo/Las 4R". Appropedia. Retrieved noviembre 28, 2025. |