Abonos orgánicos y biofertilizantes

Los abonos orgánicos son fertilizantes naturales derivados de residuos vegetales y animales que mejoran la calidad del suelo al aportar nutrientes esenciales y aumentar la materia orgánica. Su uso promueve prácticas agrícolas sostenibles, contribuyendo a la salud de los cultivos y la reducción de la dependencia de productos químicos sintéticos.
¿Qué son los abonos orgánicos?
Son todos aquellos que provienen de la degradación y mineralización de residuos orgánicos de origen animal, vegetal, residuos de cosechas y procesos de transformación de algunos cultivos como la pulpa de café y aguas mieles. Aportan nutrientes que activan e incrementan los organismos del suelo, con lo que se mejora sus propiedades físicas, químicas y biológicas. Son una alternativa natural para mejorar la calidad del suelo y proporcionar nutrientes a las plantas.[1]
Muchos desechos orgánicos son considerados un problema para el productor, como es el caso de la pulpa y aguas mieles de café, ya que en muchos casos, no conocen las diversas formas que existen para su aprovechamiento. Su manejo inadecuado y la falta de conciencia ambiental terminan generando problemas de contaminación.[2]
El aprovechamiento de los residuos orgánicos como medio eficiente de reciclaje de nutrientes contribuye a enriquecer los suelos, mejorar muchas propiedades físicas y biológicas, reducir costos de producción y la contaminación.
Es necesario considerar que los residuos de cosecha son una de las fuentes más importantes para su aprovechamiento in situ en el campo debido a los volúmenes de producción que se generan. Otro aspecto importante es que, el producto generado en las parcelas de cultivo forma parte importante de las acciones para la sostenibilidad del agroecosistema, obteniendo un insumo clave para el reciclaje, devolviéndole al suelo parte de los nutrientes que utilizan los cultivos en su proceso productivo.
Los abonos orgánicos aportan mucha materia orgánica al suelo, lo que mejora sus propiedades físicas, como la infiltración de agua, la estructura del suelo y la conductividad hidráulica; disminuye la densidad aparente y la tasa de evaporación por la cobertura que proporciona, así como también promueven un mejor estado fitosanitario de las plantas.[3]
En gran medida, la fertilidad del suelo está controlada por las actividades de los organismos del suelo que actúan como labradores y como abastecedores de nutrimentos para las plantas.[4]
Ventajas de los fertilizantes orgánicos[5]
La creciente concienciación sobre los riesgos que suponen los productos químicos para el medioambiente, ha incentivado la utilización de fertilizantes orgánicos. Dentro de los principales beneficios de su uso están los siguientes:
- Mejoran la salud del suelo, los fertilizantes naturales contienen carbono orgánico que favorece a las bacterias y hongos encargados de la descomposición y el ciclo de los nutrientes.
- Mejoran la calidad del suelo, al incorporar compuestos orgánicos que incrementan su capacidad de retención del agua y fertilidad del suelo.
- Los fertilizantes orgánicos son utilizados por las plantas a un ritmo lento y rara vez se pierden mediante escorrentía, a diferencia de los sintéticos, que tienden a sobrealimentar los cultivos y se pierden con mucha más frecuencia.
- Prioridad para la sostenibilidad, los fertilizantes de origen orgánico suelen dar una segunda vida a materiales naturales resultantes de los procesos productivos, a diferencia de los sintéticos, que dependen en gran medida de los combustibles fósiles y contribuyen a la contaminación medioambiental.
Tipos de abonos orgánicos[6]
En la agricultura, existen diversos tipos de abonos orgánicos, y es posible distinguir tres tipos:
Abonos de origen animal
Su fuente principal son el estiércol animal y los subproductos de los fertilizantes orgánicos de origen animal. En comparación con los productos de origen vegetal, estos enriquecen el suelo con más nitrógeno. El estiércol de vaca se ha convertido en el abono natural más usado por su equilibrado perfil nutricional para las plantas.
Otros ejemplos de fertilizantes orgánicos de origen animal son: las harinas de sangre, que son una gran fuente de nitrógeno; las harina de huesos, que aportan a las plantas calcio y fósforo, necesarios para el crecimiento de las raíces y la floración; el estiércol de aves, que tiene un alto contenido en NPK y hasta 13 nutrientes esenciales para las plantas, y las harinas de pescado, rica fuente de nutrientes, especialmente nitrógeno y fósforo.
Ejemplos del contenido nutrimental del estiércol de ganado y gallinaza
Estos son dos de los abono más usados en Centroamérica. El conocimiento de estos contenidos nutricionales cuando se usan estas fuentes de abono orgánico son importantes para poder calcular y suministrar a los cultivos las cantidades adecuadas de nutrientes para su buen desarrollo y productividad. La información de ambos se presenta a través del cuadro 1.
| Nutriente | Estiércol | Gallinaza |
|---|---|---|
| kg/ton | ||
| Nitrógeno | 14.2 | 34.7 |
| Fósforo (P2O5) | 14.6 | 30.8 |
| Potasio (K2O) | 34.1 | 20.9 |
| Calcio | 36.8 | 61.2 |
| Magnesio | 7.1 | 8.3 |
| Sodio | 5.1 | 5.6 |
| Soluciones solubles | 50 | 56 |
Abonos de origen vegetal
Los fertilizantes de origen vegetal se derivan principalmente de restos agrícolas. Estos fertilizantes naturales se descomponen con relativa rapidez y aportan a los cultivos muchos nutrientes importantes, favoreciendo una mejora de la estructura y porosidad del suelo.
Entre los fertilizantes orgánicos de origen vegetal están los rastrojos de cosecha de diferentes cultivos, cenizas, diferentes tipos de harinas vegetales, la turba, las algas marinas; que contienen macronutrientes, micronutrientes y hormonas del crecimiento.
Para ejemplificar, el caso más común es el rastrojo de maíz. Castellanos (2005), nos ilustra los aportes que pueden lograrse con la incorporación de este residuo, en función de la cantidad de rastrojo que se recicla en el suelo. Este rastrojo devuelve al suelo cerca del 50% de los nutrientes que la planta utilizó en su proceso productivo.
| Toneladas de rastrojo | N | P2O5 | K2O | Ca | Mg |
|---|---|---|---|---|---|
| 5 | 25 | 15 | 90 | 20 | 11.5 |
| 10 | 50 | 30 | 180 | 40 | 23 |
| 15 | 75 | 45 | 270 | 60 | 34.5 |
| 20 | 100 | 60 | 360 | 80 | 46 |
Algunos recursos
Para la elaboración de diferentes tipos de abonos orgánicos, puedes consultar:
- Manual de abonos orgánicos - Universidad Veracruzana (2017).
- Manual técnico agrícola - Elaboración de abonos orgánicos sólidos, tipo compost - ICTA-CIAL (2010).
- Preparación, uso y manejo de abonos orgánicos - Instituto Nacional de Innovación Agraria del Perú.
- Abono tipo bokashi - Guía técnica 1 - Centro Nacional de Tecnología Agropecuaria y Forestal (CENTA).
Referencias bibliográficas
- ↑ ''Abono orgánico''. Wikipedia. Acceso el 30 de enero de 2025. https://es.wikipedia.org/wiki/Abono_org%C3%A1nico
- ↑ Ramos Agüero, D y Elein Terry. 2014. Generalidades de los abonos orgánicos: Importancia del Bocashi como alternativa nutricional para suelos y plantas. Cultrop, vol.35, no.4, La Habana oct.- dic.
- ↑ Brechelt, Andrea. Manejo ecológico del suelo. Dominicana: Editorial RAP-AL. 2004, no.1, 27 pp.
- ↑ Atlas, R. y Bartha, R. Ecología microbiana y microbiología ambiental. Madrid: Addison Wesley. 2002. 677 pp
- ↑ Cherlinka, Vasyl. ''Fertilizantes Orgánicos: Tipos Y Ventajas De Su Uso''. EOSDA (blog). EOS Data Analytics. 05 de julio de 2024. https://eos.com/es/blog/fertilizantes-organicos/
- ↑ Ibíd (5).
| Authors | Agua y Suelo para la Agricultura |
|---|---|
| License | CC-BY-SA-4.0 |
| Organizations | Catholic Relief Services (CRS) |
| Cite as | Agua y Suelo para la Agricultura (2024–2025). "ASApedia/Abonos orgánicos y biofertilizantes". Appropedia. Retrieved noviembre 28, 2025. |